El incremento de la presión legal y la creciente concienciación política y social sobre el calentamiento global, evitando efectos negativos en la capa de ozono, invitan a considerar seriamente estas nuevas alternativas en sistemas de refrigeración como el CO2. Sin duda supone una mejora sustancial en el impacto ambiental, contribuyendo a la seguridad ecológica, empleando refrigerantes naturales combinados como son el CO2 y el NH3.
La reducción del impacto ambiental a través de los sistemas de refrigeración con CO2 permiten la certificación por medio de la Huella de Carbono del producto y para la organización. También implica el reconocimiento internacional de las construcciones como sostenibles, tipo LEED, Leadership in Energy & Environmental Design, (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental).